Victimismo y MegalomanÃa
En la vida hay ocasiones que nos encontraremos con personas que llevan la “loza en la espalda” como bandera en su vida, son personas que se escudan tras afirmaciones como: “es difÃcil vivir como lo hago”, “deberÃan de valorarme mas”, “soy mejor que el resto, pero nadie lo vee”, “constantemente me traicionan y abusan de mi”, o tal vez somos de la personas que nos sentimos de esta manera con regularidad. ¿Qué tanto es nuestra responsabilidad?, ¿Podemos ayudarlas o ayudarnos?
El victimismo, es la tendencia de una persona a considerarse vÃctima o a hacerse pasar por tal. ( según la real academia española), El victimista se disfraza por tanto de vÃctima, consciente o inconscientemente, simulando una agresión o menoscabo inexistente; y/o responsabilizando erróneamente al entorno o a los demás.
En PsicologÃa una personalidad victimista o tendencia psicológica victimista que puede llegar a desembocar en una conducta patológica como trastorno paranoide, que consiste en una tendencia a culpar a otros de los males que uno padece y resguardarse en la compasión ajena. Esta tendencia se caracteriza por una deformación pesimista de la realidad en la que el sujeto se regodea en el lamento y queda incapacitado para realizar cualquier tipo de autocrÃtica. Es uno de los pilares de la cultura de la queja.
¿Como suena?
Ejemplo
«El Sol está a menos de 10 kilómetros de la Tierra».
«Eso no es cierto, el Sol se encuentra a 149.597.871 kilómetros de la Tierra, es un hecho probado».
· Argumento victimistas
«Esta persona siempre me está atacando, ahora afirma que miento. Trata de imponer su punto de vista, es injusto».
«Haga el favor de disculparse, mi opinión merece ser respetada. No puede imponer la suya sobre la de los demás. Usted claramente tiene animosidad en contra mÃa».
Y si esto esta combinado con una personalidad meganomana, es el duo perfecto para el caos personal, el nulo crecimiento, y la incapacidad de recuperación.
¿Qué es la MegalomanÃa?
La megalomanÃa es un estado psicopatológico caracterizado por delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia. A menudo el término se asocia a una obsesión compulsiva por tener el control. La palabra deriva de dos raÃces griegas, megas (grande) y manÃa (obsesión). A veces es un sÃntoma de desórdenes psicológicos como el complejo de superioridad o la compulsión eufórica, donde el sujeto aquejado de esta perturbación tiende a ver situaciones que no existen o a imaginarlas de una forma tal que sólo él termina creyendo. Las puede emplear para manipular sentimientos y situaciones de cualquier tipo.
La sociabilización y establecimientos de lazos de confianza con personas con esta caracterÃsticas es sumamente riesgoso, son muy atractivos (socialmente hablando), por que recuren al elogio, y adulación como una herramienta común de manipulación, dan la imagen de ser personas verdaderamente en pena, con muchas aptitudes que han sido ignoradas por “todos”, una técnica común es “el trueque de favores”, donde la persona como tributo a esta relación, establece conductas cooperadoras, y complacientes, para en algún momento “cobrarte”, esto puede darse de manera platónica, es decir, el sujeto siempre buscara consiente o inconscientemente quedar como una victima, abusada o traicionada. Por que detrás de su personaje, esta el deseo de control, y la ansiedad inmanejable que causa la frustración.
Este tipo de perfiles regularmente no tienen lazos sociales solidos, o lazos laborales añejos, pueden tener con mucha regularidad , conductas familiares intimas donde el personaje se “voltea”, siendo el mismo actuando como abusador, hostil, violento. El sujeto ha aprendido a actuar socialmente como una persona tipo “ el mundo conspira en mi contra”, mientras en su casa ha sido un problema de violencia constante.
No se puede ayudar de manera directa a este tipo de personajes, ya que la combinación de estas dos caracterÃsticas hacen imposible que el acepte con honestidad, su situación, y cada intervención que se haga, va a ser transformada en una invasión hostil telenovelesca.
¿Qué hay que hacer?
Huir.. (no es cierto), establecer limites claros, tratar de minimizar el contacto, si es que es necesario, reducir estos contactos a ambientes controlados, si se va a tener una confrontación, es difÃcil que el sujeto acepte que sea cara a cara y a solas, ya que carece de mecanismos racionales para negociar sin la dupla victima – agresor. Asà que un lugar publico es la mejor manera.
Si algunos de estas caracterÃsticas empata con rasgos de tu personalidad, estas por buen camino, el sujeto crónico en esta conducta, negarÃa lo que lee, y terminarÃa por pensar que es una agresión en su contra. Asà que si hay capacidad de detección y admisión estas a tiempo. Hay técnicas y terapias enfocadas a la disminución de esta “manera” de resolver, y está basada en la exploración de los sentimientos de inferioridad y baja valÃa, que generan la necesidad de compensación neurótica de grandeza, pompa y poderÃo.
C.T.I. DESPERTARES A.C.
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